EN UN TERCIO DE LAS FAMILIAS MEXICANAS FALTA EL PADRE
Sólo el varón y los hijos, en 2.2% de los casos: INEGI. Pese a cambios, la principal carga doméstica, a la mujer
Autor: Ángeles Cruz
|
Fuente: La Jornada
|
En
un
tercio
de
las
familias
mexicanas
está
ausente
la
figura
paterna,
y
en
el
resto,
donde
los
varones
sí
están
presentes
y
sus
esposas
trabajan,
sólo
la
cuarta
parte
colabora
en
las
labores
domésticas
y
el
cuidado
de
los
hijos,
afirma
el
Instituto
Nacional
de
Estadística,
Geografía
e
Informática
(INEGI).
Con
motivo
del
Día
del
Padre,
que
en
nuestro
país
se
celebra
desde
los
años
50,
la
dependencia
difundió
algunos
datos
relevantes
sobre
el
tema.
Resalta
que
aunque
la
composición
de
las
familias
ha
variado
sensiblemente
en
las
últimas
décadas,
prevalece
el
tradicional
papel
de
autoridad
y
poder
del
padre
sobre
el
resto
de
los
integrantes
del
hogar.
De
22.3
millones
de
núcleos
familiares
registrados
en
el
Censo
Nacional
de
Población
y
Vivienda
2000,
14.9
millones
(65
por
ciento)
se
formaban
por
el
jefe
varón
con
hijos.
De
este
último
porcentaje,
casi
en
la
totalidad
estaba
presente
la
cónyuge,
y
apenas
en
2.2
por
ciento
el
padre
estaba
solo.
Sobre
estos
hogares
con
papá
y
mamá
se
concentra
la
información
del
INEGI.
Señala
que
existen
algunas
diferencias
entre
ambos,
en
particular
la
edad,
el
nivel
de
educación
y
la
participación
en
el
mercado
laboral,
las
cuales
muestran
brechas
socialmente
aceptadas
entre
las
parejas
y
evidencian
la
ventaja
del
padre
sobre
su
esposa
al
interior
del
hogar.
Esta
característica
se
acentúa
a
medida
que
el
padre
tiene
mayor
edad.
Del
total
de
estos
hogares,
en
casi
tres
cuartas
partes
el
varón
tiene
más
edad
que
la
mujer.
Lo
mismo
ocurre
con
respecto
al
nivel
de
escolaridad;
al
menos
la
tercera
parte
de
ellos
tiene
esta
ventaja
y
sólo
entre
las
parejas
mayores
de
50
años
de
edad
se
reporta
un
equilibrio,
debido
fundamentalmente
a
que
ambos
carecen
de
instrucción
o
no
concluyeron
la
primaria.
Respecto
al
ámbito
laboral,
el
INEGI
señala
que
en
más
de
la
mitad
de
las
familias
en
que
los
esposos
viven
juntos
prevalece
la
forma
de
organización
donde
sólo
él
trabaja.
La
información
también
aborda
el
tema
de
la
inserción
de
las
mujeres
en
el
mercado
de
trabajo.
Dice
que
ésta
es
más
alta
en
la
etapa
intermedia
de
desarrollo
de
la
familia,
cuando
hay
hijos
e
hijas
menores
y
mayores
de
15
años.
En
cierta
medida,
explica,
los
niños
requieren
menos
cuidado,
pero
también
se
incrementan
las
necesidades
económicas
de
la
familia,
por
lo
que
la
esposa
se
ve
obligada
a
trabajar.
Al
respecto,
el
INEGI
clasifica
a
los
hogares
con
padres
en
dos
tipos:
familias
tradicionales
y
familias
modernas,
según
la
actividad
extradoméstica
que
realice
la
esposa.
En
las
primeras
los
padres
dedican
50
horas
a
la
semana
en
promedio
al
trabajo
extradoméstico
y
sus
cónyuges
52
horas
y
media
en
el
mismo
lapso
a
la
actividad
doméstica
y
el
cuidado
de
los
hijos.
A
partir
de
este
dato,
el
INEGI
destaca
que
la
esposa
está
limitada
casi
exclusivamente
al
ámbito
familiar.
En
cambio,
los
señores
que
participan
en
el
trabajo
doméstico
y
el
cuidado
de
los
niños
dedican
a
estas
actividades
10
horas
por
semana.
De
las
esposas
de
estas
familias
tradicionales,
62.9
por
ciento
cuida
niños
y
dedica
28.5
horas
semanales
en
promedio,
lo
que
equivale
a
cuatro
horas
diarias;
mientras
que
28
por
ciento
de
los
padres
destinan
alrededor
de
hora
y
media
diaria
a
esta
actividad.
Por
lo
que
se
refiere
a
las
familias
modernas,
las
cónyuges
y
los
padres
comparten
la
condición
de
realizar
trabajo
extradoméstico,
pero
la
proporción
de
tiempo
dedicado
al
mismo
es
muy
diferente:
las
mujeres
invierten
37.6
por
ciento
de
su
tiempo
y
los
padres
72.2
por
ciento.
Estos
porcentajes
equivalen
a
48
horas
para
los
hombres
y
29.5
horas
para
las
mujeres.
Sin
embargo,
al
sumar
el
tiempo
de
actividad
extradoméstica
y
doméstica
las
esposas
destinan
65.5
horas
semanales
y
sus
maridos
59.5.
Al
abundar
sobre
este
punto,
el
INEGI
apunta
que
más
de
nueve
de
cada
10
esposas
realizan
algún
tipo
de
trabajo
doméstico
y
casi
seis
de
cada
10
cuidan
niños.
Por
el
contrario,
sólo
una
cuarta
parte
de
los
hombres
participa
en
limpiar
la
casa,
lavar
trastos
y
cuidar
niños.
Al
cuidado
de
ellos,
los
esposos
invierten
en
promedio
12.5
horas
semanales,
y
sus
cónyuges,
21
horas.
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